"BIENAVENTURADOS LOS CATEQUISTAS
QUE ESCANDALIZAN COMO JESÚS,
PORQUE SUYO ES EL REINO DEL CIELO".
Queridos catequistas y demás lectores los saludamos con cariño.
La palabra de Dios nos dice: “Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación…” (cfr. 2 Cor. 6,2) Dios nos ha permitido este tiempo de CUARESMA para hacer un alto y repensar nuestra vida, Dios es el Señor de las oportunidades, cada día la renueva y nos invita a encaminarnos hacia Él con la confianza plena de que nos recibe, porque él es Dios de misericordia.
Hoy ayudados por el P. Merlos los invitamos a reflexionar sobre el escándalo, todos sabemos que hay dos tipos de escándalos, el que destruye a las personas y el que se provoca por defenderlas.
Jesús fue un escandaloso según la opinión de los fariseos, de Pilatos, de sus paisanos de Nazareth y muchas otras personas lo consideraron un revoltoso, de hecho eso le mereció la muerte. Él se puso a favor de los desprotegidos y no le importó ser señalado como escandaloso con tal de defender a los más pobres de la sociedad de su tiempo.
Los profetas también escandalizaron con su palabra en nombre de Dios. Los discípulos de Jesús no se quedaron atrás. Muchos cristianos de las primeras comunidades fueron perseguidos y asesinados por escandalosos. Infinidad de mártires del cristianismo, murieron por perturbar el orden establecido, escandalizando con su fraternidad, su justicia y su misericordia.
Estos escándalos provocaron enormemente a las personas, pero sin destruirlas, por el contrario las invitan a ir por los caminos de Dios vivo, a pesar de la oposición general y de la repugnancia que puedan sentir. Pablo el apóstol llega a decir en su predicación sobre el crucificado es “locura” para unos y “escándalo” para otros (1 Cor. 1,17-31). Es un hecho que el evangelio no se puede predicar sin esta clase de escándalos, casi siempre tiene que ir en contra la corriente de la opinión pública. Escandaliza a los que se toman la vida con flojera, con cinismo, con arrogancia. Se enfrenta sencillamente a quienes de burlan de todo y de todos, sin tomar con responsabilidad su vida.
Los catequistas que toman en serio su ministerio saben mucho de esto. Como Jesús ellos son “signos de contradicción” Y como El no pueden evitar ser escandalosos con el escándalo del Reino de Dios, del perdón, de la verdad, del amor, de la justicia, de la solidaridad.
En una sociedad descarada, los catequistas siempre van a escandalizar con su palabra honrada, con su conducta recta y con su servicio desinteresado. Algunos los mirarán como seres de otro planeta, medio ingenuos y sin agallas para entrarle al juego de la trampa, de la tranza y de la zancadilla contra quien se deje.
“Dios ha escogido lo que el mundo tiene por necio para avergonzar a los sabios; y ha escogido lo que le mundo tiene por débil, para avergonzar a los fuertes” escribe San Pablo a los Corintios (1 Cor.1,27) ¡Curiosa manera tiene el Señor de confiar en sus colaboradores!. Como quien dice los expone a la persecución. Pero no hay otra forma, pues es la misma que Él vivió sin condiciones. Más aún: si no se diera esta clase de escándalos algo le andaría fallando al discípulo de Jesús.
No está mal proclamar una bienaventuranza escandalosa: ¡Bienaventurados los catequistas que escandalizan como Jesús, porque de ellos es el reino de los cielos…!
Una invitación clara a ser catequistas escandalosos, no importa que nos digan que somos unos tontos(as) porque damos nuestro tiempo y dinero sin recibir ninguna recompensa de la comunidad, sino al contrario somos escándalo, porque hacemos el bien desinteresadamente y buscamos el bien para los niños y de la comunidad a veces aún en contra de ellos mismos.
Hay alguien antes que nosotros que lo hizo hasta dar su vida, sin importar si era valorado o no su sacrificio.
Que él siga siendo nuestro ejemplo para dar la vida cada día en bien de los demás.
Animo y no desfallezcamos en el camino, porque el Señor camina con nosotros(as) Un saludo cariñoso en este tiempo de cuaresma.
Dimensión Diocesana para la Pastoral de la Catequesis.