Celaya, Gto., diciembre de 2015.
A TODOS LOS CATEQUISTAS DE LA DIÓCESIS.
“Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado” (MV No. 2).
El adviento es un tiempo de preparación y de espera en el nacimiento del Hijo de Dios, y poder contemplar con ello la misericordia del Padre reflejada en el Hijo, es motivo de alegría entrar en este tiempo donde obtenemos con más mérito la gracia del Padre por su misericordia, y reanimados por nuestra fe es motivo suficiente para vivir el mandamiento del amor.
Saludamos y animamos a nuestros catequistas, para que sigan dando a conocer el amor misericordioso de Dios, con el compromiso alegre y generoso, de cooperar a esta obra en sus parroquias, capellanías y centros de catequesis.
Que con el santo Padre, nos unamos en la propagación de la misericordia, impulsando cada actividad para ello, y con mayor conciencia, preparándose más para dar mejor el servicio en la animación catequética, pues es indispensable ser buenos instrumentos de su Palabra, contando también con ello con el testimonio de vida y la oración que alimenta el alma, dando el buen ejemplo de una vida virtuosa que produzca frutos.
Reciban un gran saludo y bendiciones de parte de Dios, y que la luz de su Palabra, hecha carne, siga iluminando a cada uno de ustedes y a sus familias en esta Navidad. Que en este próximo año sus vidas sean colmadas de gracia, paz y amor.
Que María santísima les acompañe, alentando su labor incansable en este Año de la Misericordia.
Que María santísima les acompañe, alentando su labor incansable en este Año de la Misericordia.
A t e n t a m e n t e
+Mons. Benjamín Castillo Plascencia
Obispo de Celaya