Queridos catequistas:
En el numero pasado comentamos la presentación que hace el Señor Obispo Don Benjamín Castillo a las Disposiciones Diocesanas, esperando que les haya motivado a leerla toda completa, en ella refleja su pensamiento de lo que debe ser la preparación y la vivencia de los Sacramentos en la Diócesis.
En esta ocasión comentaremos sobre la Preparación al Sacramento de la Eucaristía, como ya lo hemos dicho en otras ocasiones en este mismo espacio, la preparación a este sacramento se entiende solamente dentro de un proceso que inicia a los cuatro años con el conocimiento por parte del niño de Dios como Padre que nos ha creado y ha creado todas las cosas por amor a nosotros porque quiere que vivamos felices y no nos falte lo necesario.
A los 7 años el niño pasa a una segunda etapa de preparación con el conocimiento de la persona de Dios Hijo, esta etapa dura tres años y culmina con la participación del niño en la Eucaristía entre los 9 y 10 años de edad. Nos debe quedar claro que terminar una etapa no quiere decir que el niño ha terminado su preparación, como tampoco podemos pensar que al terminar la primaria es todo lo que el niño tiene que aprender, el proceso continúa con otra etapa de tres años, que culmina con la recepción del Sacramento de la Confirmación, para luego continuar con una cuarta para ayudar al niño a vivir desde la fe la adolescencia, luego en los grupos juveniles, etc.
Las disposiciones en el apartado de consideraciones actuales nos habla de la problemática que vivimos en la diócesis en torno a este sacramento una de ellas es que se recibe la preparación a la primera comunión desconectada de un proceso, se sigue ofreciendo una formación memorística, fragmentaria y sin proyección, que en lugar de beneficiar a la persona, se le quita la posibilidad de ser un buen cristiano y se daña también a la misma Iglesia. ( Cfr. No. 62 y 63). Esto trae como consecuencia que la recepción de este sacramento no se nota en la vida y en el testimonio de quien lo recibe, en la mayoría de los casos tampoco se integran a la vida de la comunidad. (Cfr. No. 65).
Desafortunadamente quien contrajo el compromiso ante Dios de educar en la fe a los niños, es decir los padres de familia, no son conscientes de ello y como dicen las disposiciones en el No. 66 “Aún prevalece en la mentalidad de los fieles que recibir la primera Eucaristía es parte de una costumbre o se realiza para salir del paso en un compromiso de tipo social”.
Con respecto a los ordenamientos Diocesanos solo haremos mención de algunos, pues es demasiado denso para tratarlo todo en este articulo.
La edad para recibir este sacramento será a partir de los nueve años, (cfr. No. 74). Como hemos dicho arriba si el niño está llevando el proceso, esta será la edad en la que estará terminando esta etapa.
En cuanto a lo que hay que tomar en cuenta para su preparación es: “Conocimiento de los fundamentos de la fe, la participación en las celebraciones litúrgicas, la formación en las actitudes o virtudes cristianas y el aprendizaje o la experiencia de la oración, de tal manera que todo esto lleve a los niños a tener una auténtica vida de comunión” (Cfr. No. 78).
“Los contenidos de la formación no se pueden limitar a la catequesis pre-sacramental de la Eucaristía, sino que debe ser parte de un proceso que ayude al catequizando a completar adecuadamente su iniciación cristina y a impulsarlo en la necesidad de una catequesis permanente ya que al terminar esta preparación a la primera comunión el cristiano entra plenamente a formar parte de la comunidad de fe”. (No. 79).
Se pide también involucrar a los papás y padrinos en la educación cristiana de los niños, puesto que son ellos los principales transmisores de la fe a sus hijos.
Esperando que estas pequeñas capsulas los lleve a leer a mayor profundidad las “Disposiciones Diocesanas” nos vemos en la próxima con mas…
Equipo DIDIPAC